Pérdida de apetito: ¿qué la causa?

¿Por qué se da la pérdida de apetito?

Definitivamente, la alimentación es uno de los temas más comentados hoy en día. Por ejemplo, muchas personas buscan en Internet o consultan a especialistas no solo por mejorar sus hábitos alimenticios. Además, es común que quieran mejorar su figura. Por ello, desean ganar musculatura, mantener su peso o, especialmente, disminuirlo. Sin embargo, muchas veces disminuir de peso inesperadamente puede ser una señal de alerta. De ahí que hoy le comentaremos un tema fundamental: la falta de apetito o inapetencia.

Específicamente, estamos hablando de la falta de apetito inexplicable y prolongada. Es decir, la ausencia recurrente de un deseo por comer que, a su vez, provoca una pérdida de peso involuntaria. Aproximadamente, esto quiere decir que la persona puede llegar a perder casi 5 kilos o un 5% del peso corporal sin saber la razón. Esto puede ocurrir en un rango de 6 a 12 meses y, a largo paso, provoca graves deficiencias nutricionales.

Por supuesto, la inapetencia puede tener diversos orígenes según la edad, género o condición social de la persona. Sin embargo, a continuación, le explicaremos las causas más comunes y algunos consejos para aumentar el apetito.

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¿Cuáles son las causas de la pérdida de apetito?

Una buena alimentación es clave para cuidar nuestra salud. Por eso, es importante cuidar no solo la cantidad y clase de alimentos consumidos. También, hay que vigilar la frecuencia de comidas y el proceso digestivo. Por eso, lea con atención estas posibles causas de la pérdida de apetito:

• Edad: en niños, por ejemplo, la deficiencia de algunos nutrientes o el propio crecimiento pueden provocar inapetencia. Por el contrario, en los adultos, se puede deber a cambios fisiológicos propios de la edad. Por ejemplo, el estómago acepta menos cantidad de comida y la percepción del sabor cambia.
• Factores psicológicos: cualquier alteración en el estado de ánimo puede tener como consecuencia una disminución del apetito. Incluso, la depresión, la demencia, el estrés o la ansiedad pueden provocar condiciones graves como la anorexia.
• Enfermedades o infecciones temporales: la gripe, las bacterias o infecciones virales puede provocar una temporal falta de apetito. Sin embargo, con medicamento y descanso, debe curarse rápidamente.
• Enfermedades en los riñones, cardíacas, digestivas, hepáticas, autoinmunes, cancerígenas o el VIH: pueden llegar a provocar una disminución considerable del apetito. Debido a esto, en estos casos se recomienda un acompañamiento médico seguro para manejar la alimentación.
• Fármacos: los antibióticos y otros medicamentos utilizados para tratar diversas enfermedades o infecciones pueden tener muchos efectos secundarios. Uno de estos es la inapetencia. Por ende, cumpla al pie de la letra las indicaciones médicas y acuda a un especialista si los efectos persisten.
• Excesivo consumo de alcohol o drogas: este tipo de sustancias alteran el funcionamiento del organismo tanto a nivel físico como psicológico. De ahí que pueden perjudicar, especialmente, sus rutinas alimenticias.

¿Hay algunos consejos para aumentar el apetito?

Hay que tener claro que mejorar el apetito no es un tarea fácil. No obstante, se puede estimular y, por eso, le daremos los siguientes consejos para aumentar el apetito:

• Procure que comer sea una actividad placentera y sin ninguna distracción.
• Desayune balanceadamente todos los días. De esa forma, tendrá más energía, estará más activo y, por ende, tendrá más apetito el resto del día.
• Consuma minerales como el zinc pues ayudan a aumentar el apetito.
• Incluya en su dieta sus comidas favoritas con moderación.
• Coma porciones de alimentos pequeñas frecuentemente. Así, acelerará su metabolismo y no se sentirá obligado a comer mucho.
• Practique alguna actividad física frecuentemente.
• Coma menos fibra porque este nutriente sacia más el apetito y, por ende, lo hace sentirse lleno más rápido.
• Consuma platillos olfativa y visualmente atractivos.

¡Recuerde! La pérdida de peso inesperada puede ser señal de alguna alteración física o mental perjudicial, eventualmente, para su salud. Por eso, vigile sus hábitos alimenticios y haga de comer una actividad no solo necesaria, sino también placentera. Eso sí, si desea más información, contacte ahora mismo al Dr. Alfredo Vargas González. Le aseguramos que recibirá una atención profesional y de alta calidad.