Queloides: cicatrices anormales
Después de una cirugía, accidente o cualquier intervención en la que se haya cortado la piel de alguna manera, lo más normal es que quede una cicatriz. En ocasiones sanan de una forma casi perfecta y hasta son imperceptibles, otras, aunque sanen adecuadamente son más notorias, principalmente por el tamaño. Pero en algunas, después del proceso de cicatrización se nota un abultamiento, o piel alzada.
La cicatrización es un mecanismo de protección de la piel que protege el interior del cuerpo. La piel se renueva mediante la aparición de capas que cierran la herida; en este proceso el colágeno es el que hace un mayor trabajo ya que este protege los órganos; sin embargo también da un aspecto distinto porque aparece en forma de fibras desorganizadas. Por eso queda una cicatriz.
Sin embargo, en varias ocasiones después de la renovación de piel pueden quedar cicatrices de apariencia dura y voluminosa debido a un excedente de colágeno. Este tipo de cicatrizaciones son conocidas como queloides.
El queloide se produce por una formación excesiva del tejido dérmico que sobrepasa los límites de la herida; es decir, que se produce un abultamiento en el área de la herida, y en muchas ocasiones este tiene apariencia rojiza. Estas cicatrices anormales son más comunes en personas con edades tempranas porque están relacionadas con procesos hormonales; por eso se hacen menos frecuentes después de la menopausia o la andropausia.
A pesar de que estas cicatrices no provocan ningún daño al cuerpo, limitan considerablemente la elasticidad de la piel y causan cambios estéticos en la zona en la que se encuentran, principalmente si es muy visible y esto puede representar incomodidad para la persona que la posee.
¿Cómo identificar un queloide?
- Su color suele ser rojizo, aunque muchas veces puede desarrollar zonas oscuras a este segundo se le llama queloide pigmentado.
- Su forma es abultada e irregular, además de tener una consistencia dura.
- Cuando se están formando pueden provocar comezón o dolor.
- Normalmente aparecen sobre una herida y no de forma espontánea como algunos tumores cancerígenos.
Tratamientos
Los procedimientos para reducir el tamaño de los queloides y mejorar su aspecto son diversos; los siguientes son los tratamientos que se pueden aplicar:
- Aplicación de corticoesteroides: consiste en la aplicación de inyecciones con corticoesteroides directamente en la cicatriz para mejorar su apariencia. Estas son hormonas que agilizan el movimiento de las moléculas de colágeno, lo cual aminora el color rojizo y el grosor de la cicatriz.
- Tratamientos con láser: con este método se ataca la base de la producción de colágeno, el resultado es que se modera la inflamación y ayuda a aplanar la cicatriz.
- Reducción del tamaño de la cicatriz: este método consiste en la eliminación de la cicatriz y su posterior cierre con suturas más pequeñas. Se puede eliminar por completo o disminuirla para que quede más pequeña.
Otros métodos que se pueden utilizar son:
- Crioterapia
- Peelings
- Injertos de piel
- Z- plastía
No todas las cicatrices pueden tratarse de la misma manera, por el tipo de piel, por la antigüedad de la lesión entre otros factores que inciden; por eso es importante que consulte para saber cuál es el tratamiento más efectivo para su caso.
Los resultados que se obtienen después de un tratamiento son muy favorables. Se logra disminuir considerablemente la cicatriz, en ocasiones que sea casi imperceptible pero eso depende de cada caso particular.
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