Beneficios físicos y emocionales post cirugía
Al realizar una cirugía plástica se busca mejorar la apariencia física del paciente en alguna parte de su cuerpo que no le satisface o que realmente necesita ser tratada ya que afecta la funcionalidad de la zona operada. Lo físico también está directamente relacionado con el aspecto emocional, por lo que estas cirugías van más allá de la estética o vanidad como se ha creído erróneamente.
Si se piensa solo en la parte física y visible de los resultados de un tratamiento quirúrgico podemos identificar muchos beneficios que mejorarán la calidad de vida del paciente. Si se trata de una cirugía con fines estéticos será notablemente visible una mejor apariencia en la zona operada.
En el caso de cirugías para tratar malformaciones causadas por accidentes, traumas o congénitas, el beneficio físico puede involucrar la recuperación de la movilidad de un órgano, mejorar su funcionalidad o inclusive aliviar dolores y molestias. También hay pacientes que del todo no cuentan con alguna parte de su cuerpo por amputaciones o desde su nacimiento, por lo que las cirugías reconstructivas dan al paciente la posibilidad de contar con ese órgano.
En cuanto a los beneficios psicológicos, no se trata solamente de un tema de ego o autoestima, sino que hay condiciones físicas y estéticas que provocan depresiones, complejos y trastornos graves. En los casos meramente estéticos hay un tema de seguridad y confianza de por medio. Por lo general cuando un paciente decide someterse a un procedimiento estético es porque para él o ella hay una necesidad de verse mejor. Lucir bien siempre va a ser positivo pero la verdadera satisfacción del cambio y de ver el objetivo logrado que experimenta el paciente será uno de los mayores beneficios además de su apariencia mejorada.
Cuando se trata de malformaciones o daños físicos severos el paciente puede sufrir depresiones e inclusive permanecer en su casa para evitar miradas de la gente, comentarios o burlas. Hay personas que logran manejar mejor que otras el lidiar con defectos físicos, sin embargo, en otros casos el estilo de vida cambia radicalmente. Al disimular una cicatriz, mejorar la apariencia de una quemadura, corregir daños faciales o cualquier otro procedimiento correctivo, el paciente sentirá más seguridad y confianza al salir a la calle y relacionarse con otras personas, sin pensar en que los ojos estarán fijos en él y podrá dejar atrás los complejos.
Los resultados de procesos reconstructivos son los más visibles, dependiendo de la zona, y los cambios son más radicales, por lo que también los beneficios psicológicos serán más significativos. Por ejemplo, en una paciente que ha sufrido la amputación de un pecho, su vida íntima también podría verse afectada, ya que podría considerarse menos atractiva para su pareja. Devolverle la seguridad y confianza en sí mismos a pacientes que ven su vida detenida por un complejo o inseguridad tiene un beneficio invaluable en su salud mental, e inclusive les permite sanar y cerrar ciclos dolorosos de experiencias traumáticas como accidentes o enfermedades que generaron sus malformaciones.
Una prueba de la importancia de la salud mental en pacientes con problemas físicos es el que se refieran a atención psicológica para entender y aceptar los cambios en su cuerpo y su estilo de vida. Inclusive la vida social también sufre cambios, ya que como mencionamos hay quienes tienen problemas para relacionarse con otras personas, no desean volver a sus trabajos o hasta se sienten enojados con sus familiares y amigos cercanos.
Es necesario dejar de estigmatizar la medicina plástica y estética como una especialidad superficial que solamente busca ayudar a los pacientes a cumplir con un modelo de belleza impuesto por la sociedad materialista. El cuerpo es más que solamente un medio para realizar las funciones vitales, y así como se cuida la salud corporal evitando contraer enfermedades, también se debe cuidar su apariencia para estar satisfechos, ya que podría ser realmente perturbador rechazar nuestro propio cuerpo, es algo a lo que no podemos renunciar. De manera que es indispensable cuidar no solo los órganos vitales y su buen funcionamiento, sino también la apariencia física, tener aceptación y seguridad hacia nuestra imagen.