Plastia de labios menores
Los labios menores vaginales se ubican dentro de los labios mayores, protegen la entrada de la vagina y el orificio de la uretra. Además ayudan a mantener la humedad. Son sensibles al tacto por lo que juegan un papel importante en la actividad sexual; con el estímulo, pueden aumentar su tamaño y cambiar su coloración.
En algunas mujeres los labios menores aumentan su tamaño de forma considerable, lo que regularmente se denomina una hipertrofia y puede presentarse por diferentes causas: genética, problemas hormonales, el consumo de ciertos medicamentos, inflamación local crónica o microtraumatismos en mujeres jinetes o que practican ciclismo.
No existe una causa única para que ocurra y puede o no presentarse por las causas anteriores. También, cuando se han experimentado varios partos vaginales, los labios menores suelen separarse y afectar la sensibilidad en las relaciones sexuales.
Cuando hay hipertrofia, una solución es la plastia de labios menores, que consiste en un procedimiento mediante el cual se retira el exceso de tejido en esta zona. Los motivos para optar por esta opción son principalmente estéticos, la mayoría de mujeres que se someten a la cirugía se sienten acomplejadas o incómodas con la apariencia de sus genitales, ya que los labios hipertrofiados adquieren coloración negruzca y agrietada, toman un aspecto envejecido.
En otros casos el procedimiento obedece a ciertas necesidades específicas, como que la paciente está siendo perjudicada por esta condición. Por ejemplo, el gran tamaño de los labios menores puede causar irritación con el roce de la ropa interior, molestias al realizar deporte o al tener relaciones sexuales. Además, los labios menores no están hechos para estar desprotegidos, por lo que estar expuestos aumenta el riesgo de infecciones.
Previo a la plastia de labios menores el médico debe realizar una valoración para determinar la cantidad de tejido a eliminar, además debe identificar si existen excesos de tejido en otras zonas. Es común que el aumento de tamaño de los labios menores se acompañe de exceso de tejido alrededor del clítoris por lo que en ocasiones también debe reducirse este tejido.
La cirugía se realiza con anestesia local, el médico retira el exceso de tejido y realiza una sutura con hilo reabsorbible que al cabo de dos o tres semanas se desprende. La cicatriz recorre el borde de los labios menores de forma longitudinal. Por el tipo de tejido, la cicatriz desaparece algunas semanas después.
Posterior a la cirugía las molestias son mínimas, puede haber un poco de inflamación y hematomas pero se regulan con medicación indicada por el cirujano. El dolor puede permanecer de dos a tres días después.
Una de las preocupaciones de las pacientes es la posibilidad de infecciones o complicaciones, ya que se considera una zona susceptible a infecciones por el contacto con la orina. Sin embargo, la zona cuenta con gran cantidad de vasos sanguíneos y esto más bien la protege. También, las pacientes se preguntan si el procedimiento no alterará su sensibilidad, pero los nervios principales de los genitales externos no pasan por los labios menores sino que están en niveles más internos, por lo que no afectará la sensibilidad en las relaciones sexuales.
La cirugía tarda en promedio 45 minutos aproximadamente y no requiere hospitalización sino que es ambulatoria. Se sugiere guardar reposo al menos las primeras 48 horas después del procedimiento. La recuperación puede tomar unos 3 días. En realidad es una cirugía muy sencilla con un resultado visiblemente muy notorio y exitoso.
Las pacientes que se someten a esta cirugía usualmente quedan muy satisfechas con los resultados. Como con cualquier cirugía estética, la parte visual es muy importante para la salud mental de la paciente, para sentirse satisfecha y cómoda con su apariencia, sobre todo en la zona genital que es, para algunas, símbolo de sensualidad.