¿Cuándo hacer una dermoabrasión?

¿Qué es una dermoabrasión?

La dermoabrasión es una técnica correctiva que mejora la apariencia del rostro por medio de cepillos o rodillos metálicos ultrafinos. Luego de aplicar anestesia local, estos aparatos quirúrgicos se aplican sobre la piel y eliminan las capas cutáneas dañadas. Eso sí, a diferencia del peeling u otros procedimientos, no se utilizan sustancias químicas. Los resultados dependen de la acción mecánica de estos instrumentos.

Su aplicación se concentra en zonas donde la piel es más gruesa. Por ejemplo, se lleva a cabo alrededor de los labios, la barbilla y la frente. En estas partes, la dermoabrasión no solo atenúa las arrugas y líneas de expresión. Además, elimina las manchas producidas por el sol y distintas cicatrices faciales. Sin embargo, antes de realizarse, es importante conocer en qué casos se recomienda y cuáles son algunos riesgos.

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¿Quién y cuándo puede realizarse una dermoabrasión?

La dermoabrasión es conveniente para cualquier adulto que quiera eliminar o atenuar signos de envejecimiento en su rostro. Por ejemplo, arrugas, manchas, líneas de expresión, manchas o cicatrices. Eso sí, el paciente debe asegurarse de que el médico que realice el tratamiento sea un especialista. Además, debe considerar que la sesión puede durar hasta dos horas e, incluso, amerite más de una aplicación.

Ahora bien, este procedimiento está restringido para ciertos pacientes o situaciones debido al riesgo de infecciones. Por ejemplo, no se recomienda a:

• Pacientes con pieles muy morenas o bronceadas, dado que pueden perder pigmentación en el rostro.
• Personas con cicatrices profundas, pliegues faciales u otros problemas cutáneos serios. En esos casos, se recomiendan procedimientos más severos con láser o sustancias químicas.
• Adultos mayores, pues el proceso de recuperación es más extenso y los riesgos son mayores.
• Pacientes con tratamientos de radiación, herpes, queloides activos o cuadros críticos de acné (fases 3 y 4).
• Personas con trastornos en el sistema autoinmune o con diabetes no controlada.
• Mujeres embarazadas.
• Pacientes que recientemente se hayan realizado una exfoliación química u otros tratamientos. En esos casos, deben esperar de dos a tres semanas antes de someterse a una dermoabrasión.

Otras consideraciones importantes sobre la dermoabrasión

Además de las restricciones anteriores, hay otras situaciones que deben considerarse antes de una dermoabrasión. A continuación, le contaremos las más importantes:

• Expectativas realistas: la dermoabrasión, si bien es un tratamiento efectivo, no resuelve los problemas cutáneos más severos. Por ejemplo, puede atenuar manchas o cicatrices profundas, pero no eliminarlas por completo.
• Límites: tampoco elimina la flacidez de la piel o las arrugas más pronunciadas. En esos casos, se recomiendan estiramientos de frente, bótox facial u otros procedimientos más delicados.
• Efecto deficiente: los pacientes con piel muy gruesa o piel grasa requieren de un tratamiento más extenso y profundo. Por ello, necesitan más de una sesión para que el efecto sea duradero.
• Cuidados: la efectividad de este procedimiento depende mucho del proceso de recuperación y de los cuidados del paciente. Por ejemplo, exponerse al sol o a distintas sustancias químicas pueden dañar gravemente el rostro.
• Riesgos: la dermoabrasión, como cualquier procedimiento quirúrgico, implica varios riesgos. Entre ellos, infecciones, reacciones alérgicas, sangrado o cambios de coloración de piel.

¡Consulte a su médico sobre la dermoabrasión! Como puede percatarse, es un excelente procedimiento para mejorar la apariencia de su rostro. Eso sí, recuerde: si bien es muy efectivo, debe tener cuidado a la hora de realizarlo. Por eso, investigue si es el procedimiento adecuado para su piel.