Estiramiento del rostro: ritidectomía
¿En qué consiste un estiramiento del rostro?
El estiramiento del rostro, también llamado ritidectomía o lifting facial, es uno de los procedimientos estéticos más populares. Consiste en tensar quirúrgicamente la piel de la cara para darle una apariencia más joven. Es decir, la grasa y los músculos faciales se reposicionan y la piel excedente se elimina. Así, no solo se corrigen áreas “caídas” como las mejillas y los pómulos. También, se puede reducir la papada, definir la zona de la mandíbula y eliminar arrugas.
Usualmente, es ambulatorio y se puede aplicar anestesia local o general. De igual forma, la ritidectomía puede combinarse con otros procedimientos menos severos, pero esto depende de cada caso. Posterior a esta cirugía, por ejemplo, el médico puede recomendar un peeling, una dermoabrasión o un estiramiento de cuello o de frente.
Ahora bien, aunque sus resultados son óptimos, le contaremos algunos puntos que debe considerar antes de someterse a esta cirugía.
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¿Quién es un buen candidato para un estiramiento del rostro?
No cualquier persona puede someterse a un estiramiento de rostro. Por eso, es fundamental que el médico revise al paciente y haga un detallado estudio de sus rasgos fáciles. Solo así, le puede decir si esta cirugía es pertinente o no. Para tomar esta decisión, se deben tomar en cuenta factores como:
- Edad: si bien la edad no es un factor determinante, sí influye en la condición de la piel. Por ello, la ritidectomía generalmente se recomienda a partir de los 40 años. Sobre todo, es muy beneficiosa para pacientes de más de 60 años.
- Estructura ósea: un paciente óptimo para esta cirugía debe tener una estructura ósea bien definida. Esto es importante porque le brinda mayor soporte y, por ende, le ayuda a lograr resultados óptimos.
- Elasticidad de la piel: el éxito de un estiramiento de rostro se basa en la elasticidad de la piel del paciente. De lo contrario, las imperfecciones no se podrán corregir del todo y, por ende, se necesitarán otros procedimientos.
- Piel “suelta”: una ritidectomía es ideal para pacientes que tengan exceso de piel y quieran eliminar las arrugas que esto provoca. Sobre todo, esta piel “caída” se da en las mejillas o en el cuello.
- Expectativas realistas: el paciente debe comprender, según sea su caso, que el estiramiento del rostro tiene limitaciones. Por eso, es importante realizar un estudio y tomar la decisión correcta sobre este procedimiento.
- Buena salud: el paciente que se someta a una ritidectomía debe un saludable estilo de vida. Esta cirugía no es sencilla, por lo que la persona debe estar en condiciones físicas óptimas.
Otras consideraciones importantes sobre el estiramiento del rostro
Antes de decidir junto a su médico si el estiramiento de rostro es apropiado para usted, considere también estos aspectos:
- Medicamentos: durante la consulta, es importante que le comunique a su médico todas las medicinas que consume. Medicamentos como antiinflamatorios o suplementos vitamínicos pueden aumentar el sangrado.
- Fumado: si fuma, debe dejarlo unas semanas antes del procedimiento. Los compuestos del tabaco aumentan los riesgos de infección.
- Cicatrices: generalmente, las cicatrices se mantiene rosas por varios meses antes de tomar un color blanco o menos visible. Eso sí, muchas se ocultan en la línea del cabello y, por ende, no se notan.
- Hematoma: en algunos casos, se produce sangrado debajo de la piel, lo que deja la zona inflamada y con dolor. Si ocurre, se necesitará de otra cirugía para detener la sangre y limpiar la zona.
Tome en cuenta esta información y hable con su médico. El estiramiento del rostro es una excelente opción para darle firmeza a su piel. Eso sí, recuerde que lo más importante es averiguar si este procedimiento es adecuado para usted.
