Blefaroplastia inferior: tratamiento de bolsas y ojeras persistentes

La blefaroplastia inferior es una de las cirugías más efectivas para rejuvenecer la mirada y eliminar el aspecto de cansancio que provocan las bolsas y ojeras persistentes. Con el paso del tiempo, los tejidos alrededor de los ojos pierden firmeza y la grasa orbitaria tiende a sobresalir, creando un efecto de hinchazón y sombra permanente. Este procedimiento permite restaurar una apariencia fresca, natural y armónica con el resto del rostro.

¿Qué es la blefaroplastia inferior?

La blefaroplastia inferior es una cirugía que corrige el exceso de grasa, piel o flacidez en los párpados inferiores. Su objetivo es suavizar el contorno bajo los ojos y devolver una expresión más descansada y juvenil.

Dependiendo de las necesidades del paciente, puede realizarse mediante dos técnicas principales:

• Vía transconjuntival: se accede por el interior del párpado sin dejar cicatriz visible; ideal en pacientes jóvenes con bolsas grasas sin exceso de piel.

• Vía subciliar: se realiza una incisión justo debajo de las pestañas para eliminar o redistribuir grasa y retirar piel sobrante, recomendada cuando también existe flacidez cutánea.

Ambas opciones se eligen tras una valoración individualizada según la anatomía y el grado de envejecimiento de cada paciente.

Causas de las bolsas y ojeras persistentes

Las bolsas y ojeras pueden tener múltiples causas, no siempre relacionadas con la edad:

• Factores genéticos: predisposición a acumular grasa o pigmento bajo los ojos.

• Pérdida de elasticidad cutánea: asociada al envejecimiento natural.

• Retención de líquidos o alergias.

• Estilo de vida: falta de sueño, estrés, consumo de alcohol o tabaco.

Cuando las bolsas son prominentes y permanentes, ningún tratamiento tópico o estético logra eliminarlas por completo. En esos casos, la blefaroplastia inferior es el tratamiento más eficaz.

Resultados y beneficios de la blefaroplastia inferior

La cirugía ofrece múltiples beneficios tanto estéticos como funcionales:

• Elimina el abultamiento bajo los ojos.

• Atenúa las ojeras oscuras al suavizar la sombra generada por las bolsas.

• Mejora la textura y firmeza de la piel periocular.

• Devuelve frescura y equilibrio al rostro sin alterar la expresión natural.

El resultado es una mirada más luminosa, descansada y rejuvenecida.

Recuperación tras una blefaroplastia inferior

El proceso de recuperación es generalmente rápido y bien tolerado:

• Primeros días: reposo relativo, aplicación de compresas frías y uso de colirios indicados por el cirujano.

• Inflamación y moretones: suelen disminuir entre 7 y 10 días.

• Retorno a la rutina: el paciente puede reincorporarse a sus actividades normales en una o dos semanas.

Los resultados comienzan a apreciarse desde el primer mes y se estabilizan a los tres meses, cuando la piel recupera su aspecto natural.

¿Quiénes son candidatos ideales?

La blefaroplastia inferior está indicada en pacientes que presentan:

• Bolsas grasas permanentes bajo los ojos.

• Piel laxa o arrugada en el párpado inferior.

• Ojeras marcadas por sombra o hundimiento.

• Buena salud general y expectativas realistas.

En casos de ojeras pigmentarias sin bolsas, el tratamiento quirúrgico puede combinarse con láser, peelings o bioestimuladores para optimizar los resultados.

Conclusión

La blefaroplastia inferior es el tratamiento definitivo para las bolsas y ojeras persistentes, ofreciendo resultados naturales y duraderos. Mediante una técnica precisa y personalizada, se logra un rejuvenecimiento del contorno ocular sin alterar la expresión del paciente. La clave está en una valoración experta que determine el tipo de abordaje más adecuado para cada caso.