Cirugía de orejas: Otoplastía
La otoplastía es una cirugía de orejas que se realiza principalmente a personas con alguna deformidad o que perciben sus orejas muy prominentes y desean reducir su tamaño. En otros casos se busca corregir daños por piercings, expansores, aretes o cualquier daño causado en su estructura, inclusive en caso de ausencia total de la oreja.
La causa más común es para reducir el tamaño de las orejas, es decir, por motivos estéticos. Las orejas alcanzan su tamaño máximo al llegar a los 4 años de edad por lo que a partir de esa edad se podría considerar la posibilidad realizar una cirugía. Los especialistas recomiendan que cuanto antes mejor para evitar que los niños estén expuestos a bromas o burlas de otros niños y así no sufran consecuencias psicológicas.
Si la cirugía se realiza en niños se prefiere utilizar anestesia general y llevarla a cabo en el quirófano. Si se trata de adultos puede realizarse con anestesia local donde el paciente estaría despierto durante el procedimiento pero sin dolor. La cirugía tarda alrededor de 1 hora y generalmente es ambulatoria.
Según el problema que se desea corregir la técnica de la cirugía varía. En el caso de la reducción del tamaño se realiza una incisión en la parte de atrás de la oreja y se da forma al cartílago, en ocasiones se debe cortar. Esa malformación o exceso de cartílago es lo que ocasiona la prominencia de las orejas, por lo que se corrige su forma. La cicatriz es casi imperceptible ya que queda en la parte de atrás.
Al finalizar la cirugía se coloca un vendaje por los primeros cinco días, después se sustituye por otro más delgado, su uso es fundamental para optimizar los resultados, sobre todo en las noches para evitar que las orejas se doblen al dormir. Inclusive durante el primer mes deben evitarse actividades que puedan doblar las orejas. El dolor post operatorio puede permanecer por unos días pero se regula con medicación, las orejas permanecen ligeramente inflamadas al menos cinco días. Los puntos se retiran 15 o 20 días después.
También existe la plastía del lóbulo de la oreja para casos en los que se deforma el lóbulo por el uso de aretes muy pesados o por haber sufrido de un desgarro del lóbulo auricular por accidentes con aretes. La cirugía se realiza con anestesia local y durante la recuperación se recomienda no utilizar nuevamente aretes pesados ni sobre la línea donde se realizó la cirugía.Este tipo de correcciones se pueden realizar más de una vez, sin embargo, entre más veces se realice el resultado estético será menos satisfactorio.
Cuando se debe corregir el lóbulo de la oreja por el uso de expansores el procedimiento es un poco más complejo que el anterior ya que se trata de una reconstrucción, también se puede realizar bajo anestesia local. En este caso no se puede utilizar nuevamente ningún tipo de aretes o expansores ya que el tejido sufre un daño importante y no quedará en condiciones para utilizar este tipo de accesorios nuevamente.
Los resultados de las cirugías de orejas son permanentes y en muy raras ocasiones generan complicaciones o infecciones, sin embargo, son tratadas con medicamentos. En algunos casos excepcionales se requieren retoques. Las cicatrices pueden permanecer rojizas durante unos seis meses, posteriormente se aclaran y son menos visibles. La protección solar durante los primeros meses también es importante para evitar la hiperpigmentación.
En niños y adolescentes es fundamental que el paciente desee realizarse el procedimiento para que colaboren mejor con los cuidados posteriores. Cada caso debe ser revisado por un cirujano plástico para analizar la técnica adecuada y que determine los resultados que se obtendrán con la otoplastía. Cada vez son más las personas que deciden optar por una cirugía estética para mejorar su apariencia. Se recomienda no ignorar las señales de inconformidad de los niños y adolescentes sobre sus orejas, ya que se trata de un procedimiento sencillo, no es excesivamente costoso y que tendrá efectos positivos y permanentes en la seguridad del paciente.
