Dos formas de hacer un peeling
¿Qué es un peeling?
El peeling es un tratamiento de exfoliación que ayuda a eliminar manchas, marcas y arrugas de la piel. Por medio de distintas sustancias, se eliminan las células muertas y mejora la circulación y textura de la piel. Además, es una excelente opción para estimular la creación de colágeno y reducir los poros.
En cuanto a su aplicación, una de sus grandes ventajas es que puede utilizarse en diferentes partes del cuerpo. Usualmente, se utiliza en la cara para reducir las arrugas y eliminar marcas de acné. Sin embargo, también sirve para combatir los signos de la edad en áreas como las manos y los brazos.
Eso sí, el número de sesiones varía según las características de la piel de cada paciente. En general, la aplicación dura alrededor de 30 minutos y, entre cada sesión, se recomienda dejar una semana. Igualmente, aunque sus efectos son muy duraderos, el cliente puede escoger entre distintas formas de peeling. Las más utilizados son el peeling físico y el peeling químico.
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¿En qué consiste un peeling físico?
Es un tratamiento que combina pequeñas partículas sólidas (hechas a base de sustancias libres de químicos) con distintas lociones. Se aplica con un masaje suave sobre la piel y tiene como fin ayudar a corregir las imperfecciones y favorecer la circulación sanguínea.
Usualmente se aplica en un spa o centro estético, pero varios pacientes también lo realizan en casa. Muchas de las lociones se pueden comprar en establecimiento especializados y aplicarse sencillamente cada cierto tiempo. Eso sí, hay que tener en cuenta que los efectos de un peeling en casa o con un especialista pueden variar. Además, hay que considerar el número e intensidad de las sesiones y las zonas que requieren más atención.
En relación con su uso, es un procedimiento muy efectivo para pacientes con:
- Piel envejecida
- Arrugas finas
- Cicatrices
- Acné
- Estrías
- Manos envejecidas
- Manchas
- Hiperpigmentación de la piel
¿En qué consiste un peeling químico?
Es un procedimiento para exfoliar la piel y aumentar la producción de colágeno que utiliza como base sustancias ácidas. Estas, hechas a base de elementos químicos, pueden ser: ácido mandélico, ácido láctico, ácido salicílico o ácido glicólico, entre otros. Debido a esta particularidad, el peeling químico solo puede ser realizado por un médico. Este especialista debe valorar el tipo de piel, los problemas que se quieren tratar y la profundidad del tratamiento.
Generalmente, debido a sus fuertes efectos, se utiliza para mitigar daños severos en la piel. Según su intensidad, se divide en tres tipos:
- Peeling superficial: combate cicatrices severas producidas por el acné. Además, es excelente para corregir los cutis grasos o arrugas leves.
- Peeling medio: actúa sobre arrugas por envejecimiento, manchas solares y secuelas de melasma.
- Peeling profundo: combate la flacidez de la piel (en especial, alrededor de la cara), arrugas profundas. Asimismo, se usa para atenuar los efectos de la queratosis actínica y la queratosis seborreica.
Como puede ver, el peeling es una excelente forma de mitigar las secuelas provocadas por la edad o la exposición al sol. Además, ayuda a eliminar manchas o cicatrices provocadas por enfermedades graves. Por eso, si le interesa este procedimiento, consulte a su médico y escoja el tipo de peeling que más se ajuste a su caso.
