Lifting de tercio medio: enfoque en pómulos y surcos nasogenianos
El lifting de tercio medio es una técnica de rejuvenecimiento facial que centra su acción en la zona comprendida entre los pómulos y los surcos nasogenianos, una de las áreas donde el paso del tiempo se hace más evidente. A diferencia del lifting tradicional que aborda todo el rostro, este procedimiento se enfoca en recuperar el volumen, la firmeza y la proyección natural del tercio medio, logrando un resultado más fresco y armónico sin modificar la expresión facial.
¿Qué corrige el lifting de tercio medio?
Con el envejecimiento, los tejidos del rostro descienden por efecto de la gravedad y la pérdida de soporte profundo. Esto provoca:
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Aparición de surcos nasogenianos (líneas que van desde la nariz hasta la comisura de los labios).
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Disminución del volumen en pómulos.
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Flacidez en mejillas y contorno mandibular.
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Apariencia cansada o caída del rostro.
El lifting de tercio medio actúa sobre estas estructuras reposicionando los tejidos internos, lo que eleva los pómulos, suaviza los surcos y redefine el contorno facial, manteniendo la naturalidad y la proporción.
¿En qué consiste el procedimiento?
El lifting de tercio medio puede realizarse mediante distintas técnicas, dependiendo de la anatomía y las necesidades del paciente:
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Vía endoscópica. Se utilizan pequeñas incisiones ocultas en el cuero cabelludo o dentro de la boca, por donde se introducen microinstrumentos y una cámara para reposicionar los tejidos sin grandes cicatrices.
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Abordaje combinado. En algunos casos se asocia con lifting de cuello o de tercio inferior para armonizar todo el rostro.
El procedimiento se realiza bajo anestesia local con sedación o anestesia general, y su duración promedio es de 1,5 a 2 horas.
Ventajas del lifting de tercio medio
Entre los principales beneficios destacan:
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Resultados naturales. Se restaura el volumen y la posición original de los tejidos, sin estirar en exceso la piel.
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Rejuvenecimiento visible. Los pómulos recuperan su proyección, mejorando la luminosidad y firmeza del rostro.
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Suaviza los surcos nasogenianos. Al elevar el tercio medio, se atenúan las líneas que endurecen la expresión facial.
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Recuperación más rápida. En comparación con un lifting completo, el tiempo de recuperación es más corto.
Este tipo de lifting es ideal para pacientes de entre 40 y 55 años, en quienes el envejecimiento afecta principalmente el tercio medio sin gran flacidez cervical.
Recuperación tras un lifting de tercio medio
La recuperación es generalmente cómoda y progresiva:
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Primeros días: leve inflamación y sensación de tensión facial.
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Primera semana: puede haber pequeños moretones, que desaparecen gradualmente.
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Día 10 en adelante: el paciente puede retomar actividades cotidianas.
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Resultados definitivos: visibles entre el primer y tercer mes, una vez que los tejidos se asientan completamente.
Durante el proceso, se recomienda dormir con la cabeza elevada, evitar esfuerzos físicos intensos y seguir los cuidados postoperatorios indicados por el cirujano.
Lifting de tercio medio y cuello: combinación estratégica
En muchos casos, el lifting de tercio medio se combina con el rejuvenecimiento de cuello para obtener un resultado más integral. Al tratar ambas zonas, se mejora la transición entre rostro y cuello, manteniendo proporción y equilibrio. Esta combinación potencia la definición del ángulo cervicofacial y prolonga la duración de los resultados.
Conclusión
El lifting de tercio medio es una opción avanzada y segura para pacientes que buscan recuperar la firmeza y la juventud del rostro sin recurrir a una cirugía extensa. Al enfocarse en pómulos y surcos nasogenianos, proporciona un rejuvenecimiento natural y equilibrado, devolviendo frescura a la expresión sin alterar la identidad del paciente.