Malformaciones congénitas que se pueden corregir

¿Qué son las malformaciones congénitas?

Las malformaciones congénitas son alternaciones que se producen durante el desarrollo fetal del bebé. Estas complicaciones, también denominadas anomalías o defectos congénitos, pueden afectar la formación de órganos o partes del cuerpo. Además, en algunas ocasiones, dañan el funcionamiento del organismo.

Sin embargo, no todas las malformaciones congénitas son iguales o causan el mismo daño, ya que existen más de 4000 tipos diferentes. Mientras algunas son leves y no necesitan tratamiento, otras requieren de procedimientos quirúrgicos. En cuanto a sus causas, estos defectos se originan por diversos motivos y no solo por la herencia genética. Por ejemplo, influyen factores ambientales y la salud de la madre durante el embarazo.

Por suerte, gracias a los avances médicos, muchas de estas anomalías se han logrado corregir a través de cirugías reconstructivas. A continuación, le explicaremos cuáles son algunas de las malformaciones congénitas que se pueden corregir.

Si le interesan las cirugías reconstructivas, también puede consultar los siguientes artículos:

• “Diferencia entre cirugía plástica, estética y reconstructiva”
• “¿Cuándo se realiza una cirugía reconstructiva?”
• “Funcionalidad y estética: dos elementos clave para una cirugía plástica”

¿Cuáles malformaciones congénitas pueden corregirse?

Los procedimientos reconstructivos, principalmente, se reservan para malformaciones congénitas presentadas en partes visibles del cuerpo. Por ejemplo:

• Labio leporino: ocurre en las primeras semanas de embarazo cuando no existe suficiente tejido en los labios o la boca del bebé. Por ende, los labios no se unen correctamente. Es una de las malformaciones congénitas más comunes y se puede corregir a muy temprana edad. Ya a los 6 meses de vida, el médico puede realizar la cirugía reconstructiva.
• Paladar hendido: se produce cuando el paladar no se cierra completamente y deja una abertura que puede llegar hasta la cavidad nasal. Aunque se confunde con el labio leporino, el paladar hendido no es tan fácil de detectar. Además, para solucionarlo, debe esperarse hasta el primer año de vida del pequeño. Incluso, se necesita una extensa terapia para que el niño consiga hablar correctamente.
• Displasia: se presenta cuando el extremo superior redondeado del fémur no se posiciona adecuadamente en la cavidad de la pelvis. Se corrige poniendo un arnés blando durante 6 a 9 meses. Eso sí, si no se detecta a tiempo, se debe recurrir a una cirugía de mayor riesgo. Tome en cuenta que la displasia es hereditaria y es más frecuente en las niñas.
• Deformidades en las extremidades: son diferentes anormalidades que se manifiestan en los niños al nacer y que pueden ser corregidas en los primeros meses de vida. Por ejemplo, la hipoplasia del pulgar (ausencia o mal desarrollo del pulgar) o el pie deforme (conjunto de malformaciones en pies y tobillos).
• Microtia: consiste en una deformación de la oreja que se detecta al nacer y se conoce como “oreja pequeña”. Para corregirlo, el médico puede reconstruir la oreja o utilizar una prótesis.

¿Cómo prevenir las malformaciones congénitas?

Finalmente, cabe destacar que las malformaciones congénitas se pueden prevenir. Lo que se necesita es tener mucho cuidado durante el embarazo y estar a atentos a cualquier anormalidad. Por ende, no olvide los siguientes consejos:

• Consultar su historia clínica, la de su pareja y la de su familia. Así, podrá saber si existe algún riesgo o si sus parientes han sufrido algún tipo de anomalía al nacer.
• Visitar, si es posible, a su médico antes del embarazo. Él puede ayudar a identificar cualquier factor de riesgo e indicar los medicamentos que puede consumir.
• Mantener bajo control enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión.
• Consumir ácido fólico durante todo el embarazo, pues aporta vitaminas y fortalece las defensas de la madre y el bebé.
• Restringir o eliminar el consumo de tabaco, alcohol y cualquier tipo de sustancia nociva.
• Evitar exponerse a sustancias peligrosas durante el embarazo, como plaguicidas o cualquier tipo de líquido tóxico.
• Mejorar la dieta de la madre durante todo el embarazo y el tiempo de lactancia.